Como cada año llegó la fiesta de Halloween y con ella un abanico de actividades que amenizaron la residencia.
Durante las semanas previas a la festividad los residentes elaboraron una gran decoración con dibujos, cadenetas, murciélagos, globos, e incluso un Photocool con el que posteriormente se fotografiaron.
Asimismo, se llevó a cabo un taller para explicar dicha festividad a los que aún no estaban familiarizados con ella.
Como colofón, el 30 de noviembre pudieron ver el paso de las carrozas de Halloween en las que los niños de Alcalá de Guadaíra disfrazados (a cual más terrorífico) repartían caramelos con gran ilusión.
Los residentes se volcaron con dicho evento y lo pasaron genial.
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